jueves, 4 de agosto de 2011

Compras Kiko y Beautik

Y una vez hechas las presentaciones, a lo que importa: ¡los potingues!

Ayer me dio un arrebato consumista de esos que me dan a veces, sólo que esta vez lo pude saciar, así que me lancé directa a las rebajas de Kiko (C.C. Nuevo Centro), y qué perdición: sombras de ojos 3€, delineadores de ojos y labios 1,90€, barras de labios 2€, esmaltes 2,50€... ¿Así cómo iba a resistirme? Total, que me llevé a casa unas cuantas cosas:

- Sombra 139: beige anaranjado clarito con muchos brillos plateados. No es purpurina, son brillitos pequeñitos.

- Sombra 138: naranja flúor total. Da un poco de miedo vista así de primeras, pero en el ojo queda muy bien, se suaviza el color. Ah, y es mate :)

- Barra de labios 26: naranja con minibrillos dorados, creo que para verano es un color fantástico, aunque yo no esté muy morena que digamos.

- Delineador de labios 203: naranja naranja naranja. Es un color muy llamativo, pero creo que con el pintalabios queda genial. También tiene destellos dorados.
Y para muestra un botón:


- Esmalte 341: amor absoluto a primera vista, ¡adoro este color! Es un azul súperintenso tirando un poco al verde, pero muy poco. Se parece a la sombra Moonflower de Mac. No sé exactamente cómo se llama este color, pero desde siempre me encanta.


Por si sigue sin verse qué color es exactamente (porque lo he intentado con todas las luces posibles y no hay manera) ésta  es la referencia más exacta que he encontrado (me refiero a los pantalones, por si hay alguna duda).

Y aunque os parezca mentira, el naranja es un color que normalmente no me gusta, pero este verano se me ha antojado (¡cuánto daño ha hecho el Elle Beauty Book primavera-verano!).

En Beautik fui a por cositas para la madre de mi chico, que se fía de mis elecciones potinguiles y me hace encargos. De hecho, ya me ha encargado tres sombras de Kiko, así que tengo que volver (¡no soy yo, es el destino el que me obliga!). A lo que iba: que cuando iba a la caja pasé por delante de un estante y mi corazón dio un vuelco, solté hasta un gritito: habían traído los productos de Amie. Sí, esa era la emocionante noticia que mi chico no comprendió del todo. Y me llevé la Morning Dew, la crema de día, porque he oído hablar muy bien de ella a muchas chicas por el ciberespacio y sobre todo me animé por la opinión de Lorituela, que me fío mucho de esta chica aunque a veces me parezca un poco borde.

Y de momento nada más,

ciao, belle!

1 comentarios:

subflava dijo...

Entiendo esa sensación de entrar a una tienda ver algo que no esperaba encontrar, gritar y no entender por qué los que están a mi alrededor no gritan y dan saltitos conmigo.

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